Vaya vaya. Ya va el tercero en la misma semana... Estoy que me salgo, jejejeje.
Qué hartura me dan las actitudes chulescas de las grandes empresas. Se creen que explotando a los empleados, éstos van a aguantar mecha eternamente. A ver si se enteran, señores. No, no, y no. Explotar está maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal. Quemar a los empleados NO es la forma. Además, resulta ineficaz. Pero no quieren aprender. Y encima con la cantinela que entre líneas significa: "trabajador/a, que le hacemos un favor al darle un trabajo a usted".
Mal que me sepa, he vivido esa actitud y he acabado huyendo de esa situación a la primera oportunidad que se me presentó. Y tengo una amiga que me está contando cada cosa de cierta empresa... No voy a dar nombres, por supuesto. Pero ella me cuenta que el panorama de dicho lugar, al menos en su departamento, es que el equipo se va a ir yendo al garete con efecto dominó. Ya se largó una persona, y en los próximos 3 meses, a razón de otra persona por mes, se irán más miembros de dicho equipo. Vamos, lo que se llama un desmembramiento en toda regla.
Porque cuando un empleado está quemado, no rinde bien, no logra gestionar emociones ni energía, reacciona mal haciendo pagar con quien no toca sus propias frustraciones, y tiene mal final (depresión, dimisión por no poder aguantar más, o cualquier otra manera de que su situación acabe como el rosario de la aurora que se pueda concebir).
¿Y por qué se va la gente?, encima se preguntan sorprendidos los directivos. ¡Pues miren, leches! Inviertan algo de su tiempo (no mucho, no crean) en averiguar la situación personal de aquella trabajadora o de aquél compañero a quien nunca fueron capaces de intentar conocer mínimamente. En ver si cometía errores por no estar a la altura, como les dijo su jefa o jefe directo, o simplemente por no poder abarcar toda la faena ni quedándose en la oficina 10 o 12 horas cada día, o realizando tareas desde casa a las 2 de la mañana (tareas que quizás ni siquiera le correspondían, pero que por tener que cumplir un plazo tuvieron la idea de arrimar el hombro sabiendo que nadie les iba a dar la palmadita en la espalda). Pues esas personas son los verdaderos héroes. Curran a destajo aunque no sirva. Aunque ese trabajo no está bien organizado y sea a salto de mata, sin poder dar prioridad a lo que realmente la tiene. Porque son responsables, aunque nadie se lo reconozca.
Es muy triste que no haya una mínima voluntad de saber si realmente un empleado es o no válido para el puesto que ocupa (hay de todo, y una persona puede no servir para esto y ser muy eficiente en aquello otro), ni en saber distinguir el talento de la falta de él. Y esos gigantes empresariales que pueden llegar a ser tan inconscientes, encima, gobiernan el mundo. Pues vayan sacando billete, miembros de la Humanidad, para largarse de este inmerecido hogar nuestro, porque acabará yéndose a hacer puñetas como sigamos en este plan.
Kamechan