domingo, 8 de noviembre de 2020

Charlatanes del siglo XXI

 


Parece mentira, pero aún existen charlatanes en el siglo XXI. En una época en la que hay mucha información disponible en la red, una parte considerable de ella es falsa. Y los charlatanes lo aprovechan. Mejor inundar internet de panaceas fake que viajar de población en población. Y como ahora lo de viajar está más bien chungo, mejor me lo pones... Y a hacer negocio.

Y muchas personas se lo creen. Qué manipulable es la gente. Una verdadera lástima.

Pero lo más deplorable es cuando la panacea pasa de ser un placebo a algo tóxico. Que aunque la dosis de veneno sea baja, por acumulación y toxicidad, puede acabar dando problemas de salud que van desde diversas enfermedades hasta incluso la muerte. Como si no fuese lo suficientemente malo hacer dinero vendiendo panaceas de efecto placebo, ahora son panaceas directamente tóxicas. Como químico y bioquímico, además, es doblemente indignante. Y de ahí el rebotipost.

Por eso os aconsejo, aunque considero a quienes leen este blog lo suficientemente inteligentes y sensatos para evitar caer en este tipo de trampas: si os intentan vender cualquier panacea, investigad primero si lo que os hayan dicho puede tener un mínimo sentido. A veces una simple búsqueda en la Wikipedia, aunque la wiki tenga sus limitaciones, puede ser suficiente para ver que "aquello" (llamémosle la sustancia X) no tiene un beneficio demostrado y por el contrario puede ser o es tóxico. Una búsqueda más detallada puede aportar más datos curiosos, como que un grupo de doctores en "tal país" y otro en la Comunidad Autónoma "cual" sí promocionan la sustancia X pero sin el consenso y la aprobación del colectivo médico mundial, cuya opinión es la de que X es mala. Si ya el hecho de que el colectivo médico global esté de acuerdo en algo tampoco es que garantice nada (casi siempre por el simple hecho de que conforme más aprendemos del cuerpo humano, nuevos criterios para decir lo que es bueno o malo para nosotros van apareciendo), mucho menos lo es que de todos los médicos que hay en este planeta, sólo dos grupos muy pequeños tengan una opinión distinta y sin pruebas científicas concluyentes que la soporten.

Aclarar que la sustancia X puede ser parecida a otras que se usan y son buenas para desinfectar, por ejemplo en el tratamiento para potabilizar el agua, pero de ahí a consumirla hay un trecho largo. Es decir, que X puede servir para matar bacterias y otros microorganismos potencialmente malos para nosotros, pero como es tóxica y no selectiva, también puede matar las células de nuestro cuerpo. Ergo, cualquier sustancia X que se precie, puede tener aplicaciones que sí sean adecuadas, como la desinfección de lo que sea, pero no estar indicada para ser consumida como si fuese un fármaco. Como todo en la química de la naturaleza, en la que se incluye la química de la vida, la dosis determina si algo es bueno o malo. Por ejemplo, algo de arsénico es bueno para  el cuerpo, pero a unas cantidades tan minúsculas que es fácil la intoxicación por arsénico, superando fácilmente la cantidad que necesitamos (por eso es un veneno clásico). Otro ejemplo: el hierro es bueno para nuestra hemoglobina, como todo el mundo sabe, pero demasiado hierro también es tóxico. Y por supuesto, demasiado poco hierro nos da anemia, como también sabe todo el mundo... La dosis justa de las cosas es la que tiene que ser, según estamos hechos, menos o más que dicha dosis nos dará problemas.

Por cierto, hablando del cuerpo humano y lo que sabemos y dejamos de saber: recomiendo encarecidamente leer los libros de Bill Bryson "El cuerpo humano" y "Una breve historia de casi todo". Son geniales.

Y ya que hablo de cosas de química y demás, quiero reivindicar una cosilla más como químico: cuando la gente dice que quiere algo natural y no químico, confunde conceptos. La naturaleza está hecha de química, así que en realidad lo que quiere la gente es algo natural y no sintético. Y ojito: la cicuta es natural y mata. Asociamos "natural" siempre a "bueno", pero hay muchos productos naturales que son nocivos. Sólo deseo que algún día la gente hable con propiedad y conocimiento de causa...

Kamechan

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