miércoles, 11 de abril de 2018

Lo que el viento se llevó... de un sitio a otro

Buenas.

Pues ya que hace lustros que no cuento aventurillas domésticas de la KH (si habéis leído el post de hace 2, es decir el número 199, sabréis que a mi NKH he pasado a llamarla KH porque ya tiene una edad), he decidido escribir la última por aquí.

Han pasado unas cuantas, claro, pues desde el 2011 hasta hoy ya son años... En 2012 me entraron a robar por una conjunción de catastróficas coincidencias (¡ah, fatalidad! ¡ah, calamidad!) y me vi obligado a poner una alarma para evitar que eso vuelva a suceder. Ahora lo cuento porque es agua pasada no, lo siguiente. En 2016 entraron a robar en el parking y asaltaron 3 coches, entre ellos el mío. Se arregló la luna correspondiente y ya (el seguro lo cubrió, así que guay por esa parte). Bueno, también tuve que hacerme gafas nuevas, pero eso fue nada y menos comparado con lo de 4 años antes.

Estas dos son las serias. Recuerdo cuando conté la falsa alarma de incendios, que me tuvo toda una tarde con una música de fondo que no era mi querido rock and roll. Así que esta ya la sabéis (ver post "2010, Odisea en la NKH - Master alarm").

¿Alguna más? Ah sí, cuando harto de que cada año por el puente del 1 de mayo mi nevera decidiese que una pieza era molestosa si funcionaba (y esa pieza se cambió en 2011, luego otra vez en 2014, y en 2015 se volvió a estropear), decidí que mejor una nevera nueva. Esa pieza era un desastre, porque cuando se estropeaba la cadena de frío se quedaba en el congelador: se acumulaba una capa de hielo debajo del congelador y entonces el frío no subía hacia arriba, es decir, hacia la nevera en sí. Ergo el congelador iba pero los alimentos de la nevera dejaban de estar fresquitos, y como se estropease algo, se liaba. Pues en 2015 dije: "pieza de m..., no me vas a dar más por saco". Fui a la tienda de electrodomésticos y a por una nevera nueva. Y la nueva nevera es un primor, oiga usté, XD.

Y así digno de mención no me viene nada más... hasta el día de hoy.

La noche pasada ha llovido mucho en Granollers City, y con mucho viento (esta mañana, mientras me hacía el café, según cómo podía escuchar el ulular del viento, imagínense vuesas mercedes). Total, que como parte de mi protocolo matutino, nada más levantarme bajo las persianas y enciendo las luces del piso para irme despejando (aunque en realidad eso sólo lo logran el primer café del día y la ducha). Resultado: Kamechan no ve la terraza (en invierno y mientras la primavera aún está en sus inicios, esa es la consecuencia; en verano la cosa cambia de medio a medio). Estos son los antecedentes.

Total, que me ducho y me visto y veo un whatsapp mediante el cual la vecina de arriba me dice que el viento ha traído volando una pérgola a mi terraza. En esa hora y en esas circunstancias, dado que tenía que ir al curro porque con lluvia ya se sabe que en este país el tráfico empeora, y justo esta semana es de las semanas locas de atar (preparando la feria más importante del año en el sector, básicamente, incluyendo preparar el nuevo lanzamiento), me digo: pues cuando vuelva ya haré el análisis de daños, total, ahora no puedo hacer nada.

Y pasó el día.

Y Kamechan llegó y se fue a hacer un recadillo antes de que cerraran la tienda. 

Y Kamechan volvió a la KH, esta vez dispuesto a subir la persiana y ver el estado de la terraza y la susodicha pérgola...

Las imágenes que vienen a continuación son el resultado de mover la pérgola para que dejase de aplastar uno de los árboles de mi terraza, lo cual Kamechan ha hecho después de soltar algún que otro improperio y alguna que otra blasfemia:




Como se puede apreciar, la pérgola (¿puede ser que sea del IKEA?) es un mamotreto grande y aparatoso que ahora ocupa un espacio en el que no es bienvenido. Este sábado vendrán los vecinos a retirar el cadáver de pérgola (no, no podía ser antes, así que ni hoy ni mañana voy a encender las luces de la terraza un rato por la noche como suelo hacer por el placer de verla, ya que en invierno no es que se pueda estar mucho en la terraza, ni que tenga mucho tiempo para ello entre semana). Y el pino... pues si sobrevive bien, pero si no, se procederá a reemplazarlo (por la lluvia, la tierra está mojada y hoy no se le puede hacer nada; además, este domingo me voy a Amsterdam para la feria VIP antes mencionada; y además, el pobre pino estaba algo seco por dentro y ahora tengo la excusa perfecta para remediarlo quitando el pino... es lo que pasa cuando crecen, por lo visto, que es difícil que estén irrigados de forma homogénea).

Total, que lo que ha sucedido es bastante espectacular, si se piensa bien. Una ráfaga de viento ha levantado este mamotreto varios metros, el mamotreto ha querido hacer de Mary Poppins un rato pero no le ha salido bien el vuelo, y ha terminado haciendo un aterrizaje forzoso en la terraza vecina a su plataforma de despegue, que era la mía, qué puñetera casualidad... Voy a pedir que le retiren la licencia de piloto a la pérgola, por no saber volar con viento racheado y sin visibilidad.

Buenas noches.

Kamechan

1 comentario:

  1. Madre mía, menos mal que no le ha dado a nadie la pérgola! Siento lo del coche, en mi barrio también tenemos cada x tiempo visitas de los amigos de lo ajeno en lo garajes.

    Cuando los electrodomésticos dan la coña, lo mejor es tirarlos.

    Un abrazo

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