viernes, 2 de octubre de 2009

Remembering Paris...


Hola,

Estaba pensando en qué podía escribir en el próximo post, y a falta de otra idea he optado por poner algo diferente esta vez. Voy a hacer un flashback de unos meses para detallar una escapada de fin de semana que hicimos a Paris Yishana, Querdelf, Astralo y un servidor. Si buscáis en el blog de Yishana veréis una crónica que combinaba con gran maestría las respectivas narraciones de cada uno de nosotros. Muy bien, pues esta es la que escribí yo acerca de lo acontecido el fin de semana del 5 al 7 de junio del 2009. Está escrita el 9 de junio, para que os situéis.

Al compararla podréis reconocer las partes que de ella utilizó Yishana en su blog. Evidentemente, ha habido un proceso de edición de la crónica, por motivos de exigencia personal. Bueno, pues sin más trámites, he aquí la crónica de Kamechan de un fin de semana “parisien”:

Este pasado finde fuimos a Paris. Oh là là, mais oui!! El viernes después del trabajo, excepto un miembro de la expedición no perteneciente a la población activa, nos reunimos en el aeropuerto de Barcelona para volar a la capital francesa. Haciendo mucho el burro y con mucho cachondeo, desde el aeropuerto fuimos en tren y metro hasta el hotel, en la zona de Montmartre y el Sacré Coeur, ¡qué bonito!

El primer problema que tuvimos con los franceses (de hecho, ése es el gran problema de Francia, que es muy bonita, pero los franceses o están chiflados o son unos bordes... o ambas cosas a la vez). Pues eso, que el primer problema que tuvimos con los franceses fue el tema cenar pasadas las 22h. Suerte tuvimos de encontrar un Kebab abierto, que salió bien de precio y nos vino de perlas, mmmmmmmmmm, ¡¡¡qué buenas estaban las papas fritas con ketchup a esas horas en que estábamos medio muertos de hambre!!! Luego estuvimos callejeando, y vimos la calle de los sex shops. Sí, ¡¡qué guay el turismo sexual!! Jajajaja. La cosa es que sin planearlo esa noche paseamos por esa calle, llegando hasta el Moulin Rouge. Estábamos todos bastante reventados, pero bueno, un poco de vida nocturna parisina estuvo guay para empezar nuestra breve estancia.

Y nos fuimos a dormir hacia las 2 de la madrugada, ¡ole! No está mal para llegar cansaetes de toda la semana por lo menos 3 de los 4, ¿eh? Y nada, dormir, desayuno al día siguiente (durante el cual ya sufrí las primeras críticas sobre mis problemas respiratorios), y ¡en marcha! Y es que a ver, yo tengo un problema con la alergia, y es que cuando la cosa está chunga, como este año, por mucho que me tome mi antihistamínico (que me va muy bien porque sufro muchísimo menos que si no me lo tomara), aún soy Darth Vader cuando duermo. Pobre Astralo, las dos noches que le dí... Pero bueno, a eso de las 10:30-11 am nos pusimos por fin en marcha. Fuimos al Sacré Coeur, que es muy chulo, y hacia las 12h nos dirigíamos a la Torre Eiffel cuando vimos unas tiendas de souvenirs. Y allá que fuimos, ¡¡a consumir como posesos!! Yo me compré dos camisetas, y Yishana empezó a comprar regalitos (para Vane y para Dieguito, y tb buscaba uno para su mami, que tb se merece un detalle).

Luego vino cuando fuimos en metro hasta la Torre Eiffel. Tuvimos la ocasión de tropezarnos con los hinchas del USAP (el equipo de rugby de Perpignan, ver
www.usap.fr/ca/), que estaban locos de remate. ¡Una juerga! Pasaron el día en Paris 20000 aficionados, todos con camisetas catalanas y del equipo, humo rojo y amarillo, en fin, una fiestorra. Cantaron “Et ils sont là, et ils sont là, et ils sont là les catalans!”, y “els hi farem, els hi farem, els hi farem un bon regal; els hi fotrem, els hi fotrem...” ¡¡Brutal los botes que daban y la resistencia del metro parisino!! ¡Eso es afición! Había que ver cómo estaba el Campo de Marte, lleno hasta arriba de aficionados que llenaron un TGV doble entero y un montón de autocares. Al final, ganaron al equipo de Auvergne, el Clermont, por 22-13, ¡olé! Y entre tanta euforia, nosotros haciendo la cola junto con otros cientos de turistas para subir hasta lo más alto de la más alta puñetera torre. Lástima que estaba el día muy gris, llovió por la noche y por la mañana, y luego estaba nuboso y con niebla, con lo cual las vistas perdían. Pero eso no nos impidió subir para hacer las fotos de rigor, XD.

Tras perder varias horas con el tema Eiffel (total, ¡¡si es un pedazo de hierro!!), XD, fuimos a tomar algo (Dame Blanche para Querdelf y Yishana, café para Astralis y té para mi, si no recuerdo mal). Y de ahí, otra vez al metro, en esta ocasión para ver la universidad de la Sorbonne, los Jardines de Luxenburgo, y Notre Dame, pasando por el “quartier latin”, el barrio latino (aunque más bien era el barrio mediterráneo, ya que había griegos, kebabs, de todo... y más tiendas de souvenirs, donde yo me compré una sudadera). Y cuando llegamos a Notre Dame, resulta que está cerrada porque Obama y Sarkozy están reunidos allí. Hay que juerse, mira que hay fines de semana, ¡y va y tiene que coincidir! Total, que hicimos las fotos del edificio como buenamente pudimos y a otra cosa. Cenamos en un restaurante guay del barrio latino, luego dimos una vuelta y estuvimos en una tienda de libros, dvd, comics, cd, etc todo tirado de precio, y luego postre... ¡¡¡crêpes!!! mmmmmmmmm, ¡¡nutella, cómo te quiero!!

Total, de regreso al hotel caímos rendidos, aunque yo volví a convertirme en Darth Vader durante la noche. Y a la mañana siguiente... ¡Oh, sorpresa! ¡Querdelf estaba listo a la hora de desayunar! Normalmente tarda, pero esta vez quien tardó algo más de la cuenta fui yo... Qué cosas... Bueno, pues ese día ya no había tiempo para muchas birguerías, así que fuimos al Arco de Triunfo, subimos, hicimos fotos, el día era guay (soleado) aunque hacía un viento algo frío, y luego pateada hasta el Louvre (Campos Elíseos; Plaza de la Concordia con obelisco expoliado a los egipcios; Jardin de los Tullidos, digo de las Tullerías, o Tuileries como dicen los gabachos, donde cayó un hot-dog con queso por no encontrar ningún otro sitio barato donde comer un bocata; y finalmente vista del Louvre desde el exterior).

Y así llegamos a decidir que era hora de ir a recoger las maletas al hotel y dirigirse al aeropuerto. Hubo un problema técnico con la maleta de Yishana, que se quedó bloqueada, y por Ley de Murphy, en el control los gabachos se pusieron bordes y se tuvo que facturar (y eso que el neceser llevaba todo en envases de 100 ml como máximo, pero se emperraron en que era más grande y no hubo otra que facturar esa maleta). Vaya tardecita que nos dieron en ese aeropuerto. Luego para embarcar, un show... tardamos un montón. Pero bueno, luego llegamos todos sanos y salvos a Barcelona, y de allí cada uno a su casa, terminando así un viaje para el recuerdo, ¡¡¡inolvidable!!!

3 comentarios:

  1. Qué envidia!! Qué chuli tiene que ser todo lo que vísteis. Aunque eso sí, yo si voy tendrá que ser con el doble de tiempo o hacer dos viajes :P para no perderme el Louvre (obvio, sería imperdonable para una historiadora del arte)y precisamente a ver la super colección de expolios egipcios XD. Sin embargo ya me daría yo con un canto en los dientes por estar donde estuvísteis, que por mucho que haya viajado, a parte de Portugal y Grecia, no he salido del país :'(

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  2. ¡Hola Dama! Veo que has regresado, XD.

    Pues mira, yo tengo muchos sitios pendientes de visitar de España (tiene narices la cosa, ¿a que sí?). Y en lo referente al Louvre, es mi gran asignatura pendiente. Estuve sólo una vez hace 19 años, y claro, no saqué el todo provecho posible de dicha visita (lo que pasa cuando uno tiene 12 años, a punto de cumplir los 13, y tiene un montón de pájaros en la cabeza).

    Y desde entonces, he estado en Paris en más ocasiones (un par de ellas, por trabajo y sin tener tiempo de ver nada), pero nunca he podido entrar de nuevo al gran museo, y eso es ya mucha Ley de Murphy.

    Así que ir a Paris con la firme intención de ver el Louvre otra vez y disfrutar como se merece de tal oportunidad es algo que tengo que hacer en vida, cueste lo que cueste. Porque tengo que ver el código de Hammurabi y muchas de las otras joyas que allí se exponen.

    Ays, en fin, que uno nunca se cansa de Paris, XD

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  3. Anda que... cuando llego tarde a desayunar te quejas y cuando llego pronto... ummm... ¡vaya imagen!

    Sólo decir que esta visión del viaje a París no es imparcial. Es más, para qué quisiéramos una visión imparcial?

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